En todas las organizaciones, en la sociedad, para cambiar cosas y solucionar problemas necesitamos líderes, no hay duda
En la antigua era industrial y post industrial bastaba con jefes o como máximo líderes con seguidores. Incluso podían ser paternalistas y autoritarios, se aceptaba como algo bastante natural. Se apuntaban al carro de “papá” porque les aseguraba la subsistencia de por vida.
Con las crisis del 95 y no digamos del 2008 la gente se dio cuenta de que ese contrato se había roto, ya sólo lo aseguraba el Estado a sus funcionarios puros y duros.
El líder con «seguidores» también se está extinguiendo en las empresas sanas y no monopolísticas, en las que generan valor añadido innovando
El líder de hoy no ha de brillar sino hacer brillar a otros. Algo emerge en cuanto a crear líderes-referentes- cambiantes. Este nuevo líder hace frente según sus niveles de expertise y competencias blandas a las necesidades que van apareciendo.¿Líderes fijos? ¿Con posiciones jerárquicas? No, líderes al servicio de una misión.
¿Eso es complejo de montar? ¿Es más fácil poner a alguien en una posición jerárquica y dejarlo ahí hasta que alcance su umbral de incompetencia en 3-4 años? Sí, pero es muy caro e ineficiente aplicar soluciones obsoletas a necesidades nuevas.
Para ello estos líderes que crean líderes deben desarrollar sistemas potentes para detectar potenciales y desarrollarlos. Los líderes referentes sin posición jerárquica deben ser recompensados cuando logran objetivos difíciles, naturalmente.
Estos son los mínimos:
- siempre reconocimiento emocional
- reconocimiento económico por los resultados obtenidos en el ejercicio de la misión
- recompensa si hacen emerger nuevos líderes
- convertirlos en mentor de otros que deberán alcanzar retos similares (con su respectivo reconocimiento económico). Es decir, darles visibilidad y prestigio como expertos en hacer emerger líderes